Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas https://denisaybq239071.link4blogs.com/59412384/todo-sobre-el-cabezazo-de-zidane-en-el-mundial-de-alemania